A propósito de la publicación de “El escenario y la memoria” El escenario de Carlos Espinosa Domínguez
La primera vez que Carlos Espinosa Domínguez vino al Perú fue hace veintidós años, en un momento en que el país estaba a puertas de un conflicto interno que removería las estructuras mismas de una nación fragmentada, y esto sería reflejado en las expresiones artísticas, especialmente en el teatro.
Vino por una invitación para asistir al I Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes, “en aquel viaje tuve además el primer contacto con el movimiento teatral peruano, que me admiró por su originalidad y riqueza” cuenta Carlos Espinosa Domínguez en el prólogo de “El escenario y la memoria/ Testimonios de teatristas peruanos” (Canta Editores, 2008) donde reúne a las más importantes personalidades del teatro nacional como Alonso Alegría, Edgar Guillén, Alberto Ísola, Marco Ledesma, Eduardo Valentín, entre otros, quienes a modo de testimonio de parte cuentan sus experiencias en cuanto a su quehacer en las tablas.
Critico e investigador cubano, nacionalizado español, Carlos Espinosa Domínguez, estuvo de paso por nuestra incontrastable (la primera vez fue en 1997), para presentar su último trabajo, y sobre todo para conversar con los principales cultores del arte dramático de la región, entre ellos, Maria Teresa Zúñiga, gestora del grupo “Expresión” y Eduardo Valentín Muñoz director de “Barricada teatro”; de Maria Teresa, expresó su gran admiración como mujer que es, y como una de las grandes dramaturgas a nivel latinoamericano, “dentro de una región que es machista”; igualmente con Eduardo Valentín Muñoz, quien fue elogiado por el critico cubano por el trabajo realizado por Barricada, y por su facilidad de incorporar el quechua, como elemento cultural de lo andino, en sus obras.
Cabe destacar que el teatrólogo, especializado en el teatro de Latinoamérica, estuvo presente en el Noveno Encuentro Internacional de Teatro de Grupo realizado en Ayacucho, famoso encuentro, porque por tercera ocasión participó el Odin Teatret, mítico grupo, que está bajo la conducción del propio Eugenio Barba, quien también fue su fundador, y además de ser discípulo de Jerzy Grotoswki, uno de los más influyentes en el teatro actual por sus innovadoras propuestas. Espinosa Domínguez compartió con ellos y con otros grupos; esto que le sirvió para comprender que es necesario el relevo generacional. “Miguel Rubio, Mario Delgado son personas mayores, ya están pintado canas” sostuvo.
Vino por una invitación para asistir al I Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes, “en aquel viaje tuve además el primer contacto con el movimiento teatral peruano, que me admiró por su originalidad y riqueza” cuenta Carlos Espinosa Domínguez en el prólogo de “El escenario y la memoria/ Testimonios de teatristas peruanos” (Canta Editores, 2008) donde reúne a las más importantes personalidades del teatro nacional como Alonso Alegría, Edgar Guillén, Alberto Ísola, Marco Ledesma, Eduardo Valentín, entre otros, quienes a modo de testimonio de parte cuentan sus experiencias en cuanto a su quehacer en las tablas.
Critico e investigador cubano, nacionalizado español, Carlos Espinosa Domínguez, estuvo de paso por nuestra incontrastable (la primera vez fue en 1997), para presentar su último trabajo, y sobre todo para conversar con los principales cultores del arte dramático de la región, entre ellos, Maria Teresa Zúñiga, gestora del grupo “Expresión” y Eduardo Valentín Muñoz director de “Barricada teatro”; de Maria Teresa, expresó su gran admiración como mujer que es, y como una de las grandes dramaturgas a nivel latinoamericano, “dentro de una región que es machista”; igualmente con Eduardo Valentín Muñoz, quien fue elogiado por el critico cubano por el trabajo realizado por Barricada, y por su facilidad de incorporar el quechua, como elemento cultural de lo andino, en sus obras.
Cabe destacar que el teatrólogo, especializado en el teatro de Latinoamérica, estuvo presente en el Noveno Encuentro Internacional de Teatro de Grupo realizado en Ayacucho, famoso encuentro, porque por tercera ocasión participó el Odin Teatret, mítico grupo, que está bajo la conducción del propio Eugenio Barba, quien también fue su fundador, y además de ser discípulo de Jerzy Grotoswki, uno de los más influyentes en el teatro actual por sus innovadoras propuestas. Espinosa Domínguez compartió con ellos y con otros grupos; esto que le sirvió para comprender que es necesario el relevo generacional. “Miguel Rubio, Mario Delgado son personas mayores, ya están pintado canas” sostuvo.
Asimismo lamentó que en nuestro país aún se sigua maltratando al artista, y que no existan suficientes espacios para el teatro, “el teatro Segura se incendió hace años, está en escombros hasta ahora” nos dice sorprendido; refiriéndose a nuestra ciudad Espinosa Domínguez preguntó: “¿cuantos lugares destinado al teatro hay? y ¿Cuántas discotecas hay en Huancayo”. Es evidente que las respuestas son desalentadoras, como lo que nos dijo con respecto al escaso apoyo que los ente gubernamentales dan a los grupos de teatro: “en ningún país latinoamericano, (sea Nicaragua, Venezuela, Brasil), como en el Perú he visto el abandono que sufren los artistas”.
Carlos Espinosa Domínguez, estuvo en Huancayo, su aporte al teatro peruano es invalorable, entre sus proyectos futuros está la elaboración de un libro sobre las etapas del grupo Cuatro Tablas, y además otro libro que recoja la memoria de los encuentros de teatro en Ayacucho. Él alguna dijo “por años tuve el sueño de poder escribir un libro sobre el teatro peruano actual” y efectivamente, ese sueño se hizo realidad.